Para mi victoria:
Ya no sos mi bebita, ni siquiera mi niña pequeña, hoy sos toda una mujercita.
Ya no jugás con tus muñecas ni dormís con ellas, sinó con tu conejo rosa, regalo de tu primer amor.
Hoy tan grande estás que a veces me asustás, con tus pensamientos tan claros de las cosas de la vida.
Ya no tengo a mi nena, sinó “casi” una amiga, con quien puedo hablar de todo. Sólo deseo que siempre seas muy feliz en todo lo que elijas hacer. Trato a diario de que así sea; aunque a veces nos peleamos y nos enojamos por un rato, todo lo que trato es de cuidarte de cualquier sufrimiento.
Quiero que sepas también que siempre voy a estar cuando me necesites para aciertos o desaciertos, para risas o llantos, para todo lo que quieras contá conmigo siempre.
Te quiero como sólo se puede querer a una hija especial como sos vos, mi muñeca de mami, mi beba, mi nena, mi adolescente, mi mujercita, la más linda por dentro y por fuera que existe en este mundo.
Hasta la VICTORIA siempre en todo lo que hagas porque sos mi VICTORIA.
Te adora tu mami.
5/12/1998.
Creo que no está demás aclarar que me llamo Victoria. Ella juega con eso.
Cada vez que voy a tomar una decisión importante, radical, releo esta carta de mi madre. Que me deja llorando largo rato y me desahoga mucho. Como ahora, en esta noche tan larga y lluviosa que no ayuda para nada a mi estado de ánimo, aunque adore las tormentas de verano.
Ya no sos mi bebita, ni siquiera mi niña pequeña, hoy sos toda una mujercita.
Ya no jugás con tus muñecas ni dormís con ellas, sinó con tu conejo rosa, regalo de tu primer amor.
Hoy tan grande estás que a veces me asustás, con tus pensamientos tan claros de las cosas de la vida.
Ya no tengo a mi nena, sinó “casi” una amiga, con quien puedo hablar de todo. Sólo deseo que siempre seas muy feliz en todo lo que elijas hacer. Trato a diario de que así sea; aunque a veces nos peleamos y nos enojamos por un rato, todo lo que trato es de cuidarte de cualquier sufrimiento.
Quiero que sepas también que siempre voy a estar cuando me necesites para aciertos o desaciertos, para risas o llantos, para todo lo que quieras contá conmigo siempre.
Te quiero como sólo se puede querer a una hija especial como sos vos, mi muñeca de mami, mi beba, mi nena, mi adolescente, mi mujercita, la más linda por dentro y por fuera que existe en este mundo.
Hasta la VICTORIA siempre en todo lo que hagas porque sos mi VICTORIA.
Te adora tu mami.
5/12/1998.
Creo que no está demás aclarar que me llamo Victoria. Ella juega con eso.
Cada vez que voy a tomar una decisión importante, radical, releo esta carta de mi madre. Que me deja llorando largo rato y me desahoga mucho. Como ahora, en esta noche tan larga y lluviosa que no ayuda para nada a mi estado de ánimo, aunque adore las tormentas de verano.